Trump le deja a Joe Biden una OTAN disminuida y sin
confianza en el futuro.
Como parte de su visión política de aislamiento nativista,
sin consultar sus aliados militares tradicionales, el presidente Trump ha
pretendido incrementar la participación en el monto del gasto militar de los miembros
de la alianza atlántica, incluso ha sugerido que se pague directamente a EE.
UU. por ello, esta actitud ha mellado la confianza de los aliados y ha
permitido fortalecer las posiciones rusas. Mientras esto ocurre con sus aliados,
a Vladimir Putin, presidente ruso, no le hace ningún reclamo ante su actitud
expansionista en Medio Oriente, en desmedro de las posición de EEUU en la zona, lo cual ha contribuido a crear suspicacia en los miembros de la OTAN
Hace poco el presidente francés, Emmanuel Macron, hablo de “la muerte cerebral” de la OTAN y de que EE. UU., con su falta
de voluntad para defender a Europa la estaba poniendo “al borde del precipicio”,
a lo que Trump riposto que eso era “una falta de respeto”. Estas son
situaciones inusitadas en el marco de la costumbre entre los aliados.
La Organización del Tratado del Atlántico
Norte, OTAN, se creó, después de la segunda Guerra Mundial, como contraparte al poderío militar y vía de contención al expansionista de la Unión Soviética,
bajo el criterio de la defensa colectiva, esto implica que el ataque a
cualquiera de sus miembros es un ataque a todos, esto permitió que cuando el
ataque a los EE. UU. el 11 de septiembre del 2011, los socios inmediatamente respaldaron
la posición de Washington y todavía hoy están presentes en Afganistán y otras
zonas.
Probablemente sea necesario replantearse
el costo de los EE. UU. en la alianza atlántica, pero esto debe hacerse en función
de la realidad económica de cada socio, en común acuerdo con ellos y tomando en
cuenta el interés estratégico en la zona. No debe ser una política individual y
medalaganaria del presidente Trump. La seguridad estratégica militar exterior e
interior Washington depende de ello.
En realidad el costo de la OTAN se cubre
entre todos los estados miembros, aparte de eso se espera que cada uno de los 29 miembros incremente
su gasto de defensa al 2% del PBI para el 2024, los EE. UU. gastan ya alrededor
del 3.6% de sus PBI en defensa y cubre alrededor del 22% del presupuesto de la
OTAN
En gran parte el poder militar estratégico
de los EE. UU. en el mundo esta basado en esa relación, por eso los aliados son
vitales, pero el Sr. Trump no lo entiende así.
Visto todos estos elementos, entiendo que es
necesario replantearse el tema de la OTAN en conjunto, todos los miembros reunidos junto a la nueva administración demócrata, para devolver la confianza a los
socios, con ello se fortalece la posición de EE. UU.
La situación de desconfianza en la OTAN es solo uno de los entuertos que le deja Trump al presidente electo, Joe Biden, en poco tiempo me referiré a otros.
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