De las grandes crisis surgen las grandes soluciones, de la gran depresión del 1929, surgió la teoría keynesiana, la cual fue el modelo económico fundamental para el crecimiento económico de la post guerra. Obviamente, los generadores de aquella crisis no son los mismos de ahora. Las crisis por demás son cíclicas. Pero son los excesos de los propios agentes económicos cometidos en las épocas de gran estabilidad los que mas tarde desencadenan los periodos de crisis, pero nadie resulta juzgado por sus acciones, sino que sencillamente se pierde o se gana capital. La regla es el liberalismo extremo.
Paralelamente, el desarrollo de las tecnologías, sobre todo las de la información y el régimen de bienestar que conocen muchos países desarrollados, le ha dado confianza a los hombres y les ha hecho entender que la única razón de ser es el mercado, el dinero, el desarrollo de nuevas tecnologías y todo lo demás llegara por añadidura. El hombre, entonces se ha apartado de los principios morales y del Dios creador, o mejor dicho, ha asumido otro dios, a Plutón, dios del dinero.
Los mercados actuales tienen la velocidad del rayo y funcionan en bases a las expectativas de ganancias de sus actores. Veamos cómo funciona: si usted quiere comprar petróleo ahora en el mercado se lo entregaran a los precios de hoy, pero en tres meses, o sea usted compra a futuro. Esto hace que si alguien piensa que el petróleo va a subir de precio en los mercados por alguna razón, corre con sus capitales hacia allá a especular, a demandarlo, creando aumentos de precios falsos. Pero el objetivo no es comprar petróleo, sino intermediar para cederlo a un comprador real al momento de la entrega. Producto de estas prácticas especulativas los precios del petróleo han crecido hasta los 140 dólares el barril en el mercado en algún momento. El cincuenta por ciento del precio es especulación. El problema es que los consumidores reales tienen que comprarlo caro por la sed de ganancias de los actores del mercado. Las ganancias de los que no hacen nada (los intermediarios) son fabulosas. Esto es una verdadera injusticia, pero así es el mercado.
Todo lo antes expuesto pone al descubierto algunas fallas importantes en los mercados:
1- El mercado se mueve en base a expectativas, no ha hechos reales
2- El mercado no responde a la demanda real de los que verdaderamente están interesados en comprar, sino a especulación. La economía real tiene poco que ver.
3- Los determinantes de la crisis son los excesos de sus actores en las épocas de estabilidad, esto genera los ciclos de crisis.
4- Nadie resulta juzgado o sometido a la justicias por sus excesos.
5- El liberalismo extremo es la ley
6- Las reglas no están hecha en base a principios morales, sino el interés de ganar.
Los gobiernos del mundo han asumido los costos de una crisis que en parte no les corresponde, estan temerosos puesto que esta puede terminar con el estado de bienestar y la tranquilidad del mundo y terminar siendo una crisis politico social, producto de esto han anunciado esfuerzos conjuntos en miles de millones de dólares "para conjurar la crisis", pero ninguno habla de las verdaderas causas, por eso cuando hablan el mercado tiende a bajar reconociendo el cinismo ante la situación.Las soluciones planteadas no son más que sueños, si no actua los mercados se estabilizaran un tiempo, pero luego sobrevendrá la próxima crisis (el ciclo). Esto evidencia que las soluciones nunca han sido reales.
Reitero, los gobernantes del mundo ante la crisis de hoy tienen una nueva oportunidad para plantearse soluciones verdaderas, atendiendo a los planteamientos anteriores. Las fluctuaciones del mercado tiene que ser el reflejo de la economía real y de acciones pulcras, para ello los que intervengan en el mercado tienen que ser verdaderos oferentes y demandantes, por esta vía se reducirá la especulación. Si se lograran medidas atinadas, bendita la crisis financiera, de lo contrario, volverán los lamentos, quizás aun peores que los actuales.
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