Cumbre de Las Americas: todos ganaron.

La Quinta cumbre de Las Americas, celebrada en Trinidad Tobago, bajo la dirección de la OEA, nos deja múltiples experiencias:

• Barack Obama, presidente de los EEUU parece tener una concepción global sobre las relaciones de Estados Unidos con los países del mundo. Lo dicho aquí, es lo mismo que ha repetido en otros escenarios. Su posición en torno a Irak, Guantanamo y Cuba, así lo preconizan.

• Obama no tiene referentes del pasado politico de la EEUU, lo que facilita el cambio de relación.

• La relación EEUU con América Latina debe ser retomada, son socios estrategicos. Estamos obligados a entendernos.

• La relación con Cuba y EEUU debe ser revisada, a la luz de las condiciones actuales, olvidando las viejas concepciones de la Guerra Fría. Cuba debe iniciar cambios serios y su contra-parte también.

• Obama aprendió sobre Latinoamerica, no conocía sus intereses y la diversidad de posiciones de sus lideres.

• Los miembros del Alba, con Chavez a la cabeza, aprendieron que en política no puede haber predisposición.

• Aunque no hubo un acuerdo final, la Declaración solo la firmó el anfitrión, no obstante la cumbre puede ser el inicio de un nuevo periodo en la relación entre socios obligados, se habló de todo alli.

• Estados Unidos acepta el nuevo liderazgo de la región, con Brasil a la cabeza y entiende que no debe continuar dando la espalda a sus intereses.

• Estados Unidos reafirma el liderazgo en la región.

• La lucha contra el narcotrafico debe retomarse para tranquilidad de las sociedades de los distintos países, EEUU debe liderar este proceso.

• El Banco Interamericano de Desarrollo debe recatalizarse, para financiar los planes de desarrollo de la región y motorizar sus economias ante la crisis global.

• El caso haitiano sera mejor tratado, espero que comiencen a llegar los fondos para financiar su desarrollo.

• Muchos presidentes confunden su rol, parecia en algun momento que los problemas de Latinoaerica se limitan unicamente al embargo de EEUU contra Cuba.

En fin, la Quinta Cumbre de las Americas fue un espacio político donde todos los países ganaron, a decir de los presidentes asistentes. La cordialidad se impuso; definitivamente todos ganaron.