La conspiración de los cínicos pro haitianos

Son incontables la cantidad de ONGs y de organizaciones en general que promueven actividades a favor de “los pobres de Haití”, que bueno que lo hagan, bastante ayuda necesita el hrmano pueblo haitiano; ahora bien con lo que no puedo estar de acuerdo es que lo hagan en destrimento de la Republica Dominicana.

En este momento diversas organizaciones están desarrollando un “festival de 15 días sobre el tema en Paris, Francia para “denunciar a la República Dominicana como nación esclavista y racista explotadora de la condición de miseria del pueblo haitiano” y no se sabe cuantos calificativos mas. Con motivo del evento se han puesto en circulación libros sobre el tema, películas o documentales cinematográficos como “El precio del azúcar”, de Bill Haney, se han pronunciado charlas, exposiciones fotográficas, para tal fin se lleno el Metro de París de afiches denunciando la condición de esclavos de los haitianos en dominicana, etc, etc. Todas estas actividades se hacen tomando como marco un nombre tan bello como “Esclavitud en el Paraíso”, como una alusión indirecta de la condiciones turísticas, con que se vende al país en el exterior. .

La alcaldía izquierdista de París patrocina económicamente el evento que cuenta con el aval de Amnistía Internacional y con invitados tales como C Harley y Pierre Riquoy, conocidos activistas internacionales sobre el tema.

El próximo martes la vice alcalde de París, según aparece en una publicación de Spacinsular.org, Khedidja Bourcart, pondrá en circulación un libro de fotos sobre el tema, de la autoría de la fotógrafo Céline Anaya Gautier, del cual ella (la vice alcalde) escribió el prologo en donde entre otras cosas dice: “¿Podemos seguir hablando de libertad cuando el ser humano es reducido a su más sencilla expresión de vida? Sigo mirando la realidad de estas fotos y ellas me envían hacia un pasado que hubiera creído superado”, mas adelante indica: “…después de dos siglos de existencia, en la isla de Quisqueya la libertad no tiene el mismo sabor para todos. No puedo evitar pensar en los que, al lado de esta terrible verdad, gozan de la belleza de los paisajes del Caribe mientras otros tienen sólo su mirada rota y su desnudez para ofrecernos”

En el mismo libro llamado “Esclavitud en el Paraíso”, como bien dice Spacinsular.org, la señora Genevieve Sevrin, la presidenta del organismo de Derechos Humanos Amnistía Internacional, va más lejos que la funcionaria francesa, al convocar una gran revuelta ante las autoridades haitianas y dominicanas: “Ustedes que han leído o van a leer este libro, indígnense, revoltéense, niéguense a aceptar una situación que transforma seres humanos en sub-hombres, sub-mujeres y sub-niños explotados por otros. Intervengan ante las autoridades haitianas y dominicanas. Hagan que este escándalo sea conocido, difundido”, plantea Severin.

En verdad la situación de los inmigrantes haitianos en el país no es color de rosa, como no la es la de los pobres trabajadores dominicanos. Ambos trabajan por los mismos salarios en igualdad de condiciones, bajo el mismo sol, con los mismos patronos, aunque allá se quiera decir lo contrario.

Lo que me llena de estupor es el cinismo con que se trata el tema haitiano con relación a la República Dominicana, veamos:

En el caso del vice alcalde, Khedidja Bourcart, estoy casi seguro que no conoce Haití, pero al través de fotos que le muestran se atreve a emitir juicios sobre una realidad que ella no conoce. Si lo conociera, igual da, los dominicanos no nos merecemos unos comentarios tan destemplados como los que emite y que con los hechos respalda. Es que algunos izquierdistas sufren de oponerse a todo lo que le parece injusto, simplemente por oponerse, sin importar las consecuencias de sus posiciones. Antes de hablar sobre dominicana, `pienso que debe preocuparse por la cantidad de jóvenes inmigrantes de tercera generación cuyos padres o abuelos llegaron de Túnez, Argelia o Marruecos y quizás del mismo Haití que viven en los suburbios de las ciudades francesa abandonados a su suerte sin ningún tipo de integración social. Esos son los que por los motivos que ella denuncia en Santo Domingo, han quemados más de 5,000 carros en las noches de París, por pura rebeldía. Incluso el ex Presidente Francés, Sr., J Chirac, refiriéndose a estos acontecimientos indicó que el “racismo” era el veneno de la sociedad francesa. Entonces Sra. Bourcart, usted vive si vive en una sociedad racista, como dice Chirac, deténgase un poco mas en el polvorín social sobre el que usted descansa.

Le voy a dar una idea sra. Bourcart, Francia tiene un territorio denominado Guyana Francesa, cerca de Haití, en América del Sur, que tiene un extensión de casi 3 veces la isla Hispaniola que ocupan República Dominicana y Haití, con una densidad poblacional de apenas 2 habitantes por kilómetros cuadrados (con 200,000 habitantes). Ahí caben 20 veces los habitantes de Haití. Gestiónese con el Sr. Sarkozy, el traslado de todos los habitantes de la hermana nación de Haití para allá y manténgales la condición de ciudadanos franco guayanés y veras que feliz serán todos los haitianos y habrá resuelto el problema para toda la vida. No trate de endilgárnoslos a nosotros porque un pueblo pobre, sin espacio, no puede acoger a otro como Haití, salvo que se pretenda crear una hecatombe social. Entérese mejor de la realidad de estos pueblos.

Por su parte Genevieve Sevrin de Amnistía Internacional, pienso que le hace un flaco servicio a la causa que ella dice defender al descalificarse para intervenir a favor de los miles de haitiano que necesitan de la ayuda internacional.

Así como estas "distinguidas señoras" nos encontramos en la prensa nacional a diario con denuncias de una gran cantidad de personajes pertenecientes a ONGs, a organizaciones que dicen ser religiosas, a patronatos de ayuda, o políticos izquierdistas, etc, que muchas veces ganan grandes sueldos, financiados generalmente por gobiernos extranjeros, cuyo único interés es conspirar contra la estabilidad de la república y cuyo denominador común es que todos viven en Santo Domingo en grandes oficinas con aire acondicionado, con todo el confort del pequeño burgués, mientras los pobres haitianos que dicen defender perecen victimas de la miseria y como secuela de una ayuda que nunca llega. ¿Por qué no residen en Haití para conozcan de primera mano lo que es la pobreza? No, viven del otro lado de la frontera, en dominicana, porque en realidad no practican lo que dicen. El que ama se sacrifica y lo da todo por amor.

La República Dominicana se ha convertido en la válvula de escape a la explosión social de Haití. Tiene una población de inmigrantes ilegales de alrededor de un millón y medio de personas, lo que constituye un 18% de la población actual del país, con todo y lo que ello significa en términos de carga social para la salud y el empleo en nuestro país. ¿Qué otro país ha soportado una invasión igual con el estoicismo que lo han tomado los dominicanos?

Tal es la presión en el país, que actualmente nos hemos constituidos en el unció país en el mundo que va a los organismos internacionales a pedir por otro país, como lo evidencia la actuación dominicana en la recién celebrada cumbre del Grupo Río- Unión Europea, en donde el presidente de dominicana hizo suya las precariedades haitianas y demandó de la Unión Europea, de los EEUU y de todo quien le ha hecho promesas de donación de dinero a Haití que lo haga realidad sin mas perdida de tiempo pues ese país necesita esos recursos para el mantenimiento de su sistema de gobierno y mitigar sus precariedades.

Los hermanos haitianos necesitan de ayuda para el desarrollo de su país, que se puede lograr, si se hace en base a planes y proyectos serios, pero no con falsas ayudas lisonjeras y oportunistas de personas y gobiernos que dicen querer ayudarlos, sin ningún criterio, que con ello no hacen más que perpetuar su pobreza y al mismo tiempo conducir a la República Dominicana al abismo social.

La República Dominicana no puede ni siquiera con sus pobres, ¿Cómo quieren entonces que cargue con la pobreza de otro país y que los ciudadanos haitianos que viven en el aquí estén mejor si posible que los propios dominicanos?.

En el fondo de todo existe una conspiración contra la patria dominicana, la que yo denomino la conspiración de los cínicos, que incluye la desaparición de la frontera binacional para "resolver" el problema haitiano, porque nadie los quiere en su pais, porque son pobres y negros , ademas entienden que República Dominicana (que es la victima histórica) debe cargar con ellos. Para el logro de este objetivo se esta apostando al tiempo, para que "de forma natural" los ciudadanos de Haití invadan la parte este de la isla y una vez logrado esto se declara una "minoría nacional" para luego poner en acción la ONU y entonces "resolver el destino dominicano" con negociaciones entre potencias ajenas, es un propósito al cual me opondré hasta con rabia y todos los dominicanos cerraremos filas en contra de esa iniquidad.

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