Pinochet y Allende 18 dias antes del golpe
José Ramón Augusto Pinochet de manera implacable le pasó por encima al estado de derecho en Chile, en 1973, cundo protagonizó el golpe de estado y posterior asesinato en el palacio de gobierno del presidente socialista Salvador Allende, de la Unidad Popular, cuyo único pecado fue presidir un gobierno legitimo de corte socialista democrático, para resarcir según sus ideas a los pobres de su nación, ideas en las que creía firmemente, por lo que lucho toda su vida y para lo que el pueblo lo eligió soberanamente.
Pinochet persiguió a sus opositores, asesino a unos, hizo desaparecer a otros y torturó el resto de ellos. Peor pecado no puede cometer hombre alguno, todo en nombre de la libertad y la democracia, en contra de un supuesto comunismo, como se estilaba en la guerra fría.
Creó una férrea dictadura en su país. Al calor de dictadura impuso un régimen económico liberal, concebido por los economista de la escuela de Chicago, los chicago boys, dirigidos por Milton Freeman, mediante el cual se abrió el mercado chileno al comercio exterior, y en verdad, a pesar de que la población sufrió mucho de pobreza en los inicios del liberalismo impuesto, termino siendo un modelo único y que lanzo a Chile a competir en los mercados internacionales y ha sido la base en la que mas tarde los gobernantes que le sucedieron en el gobierno han sustentado el desarrollo que se observa en hoy Chile.
De modo que no fue un gobernante legítimo, nunca concurrió a elecciones, pero sentó las bases para el desarrollo de su país.
Nunca afronto la justicia con dignidad, siempre se valió de subterfugios legales para ello, pero recientemente, en su 91 cumpleaños, acepto la responsabilidad política por los actos cometidos bajo su régimen, aunque no pidió perdón.
Ha terminado acusado de enriquecimiento ilícito por la justicia chilena, aunque gobernó todo el tiempo en nombre de la ley.
Ha sido amado por una parte de la población de su país, pero odiado por otra.
Así termina, entre nubes y sombras, un hombre que todo lo pudo.
Hoy ha muerto Pinochet, hoy, curiosamente día de los Derechos Humanos. La muerte fue más rápida que la justicia de su pais para juzgarlo.
El gobierno y el pueblo de Chile deben buscar cuanto antes la forma de cerrar las heridas que aun hoy se mantienen abiertas para no seguir padeciendo por todas estas contrariedades. No buscarle más vueltas al asunto.
¿Cuánto pesan en su figura histórica los actos buenos y malos, resultados de su gobierno?
Como soy contemporáneo, no voy a poner sus actuaciones en una balanza, para no castigarlo. Le voy a dejar sus actos al imparcial tribunal de la historia para que lo juzgue en la tierra. Ya Dios, el supremo, se encargara de lo mismo en el mas allá.
Échenle tierra al general, pues, y continúen adelante.
Durante sus 17 años de dictadura, Augusto Pinochet llevó a cabo la única lucha anti-marxista de la década de los años 70 en Latinoamérica y por causa de esto y la Operación Cóndor miles de chilenos pasaron por las armas.
ResponderEliminarFue también durante su dictadora que los Chicago Boys, quienes recibieron este nombre por utilizar algunas y no todas de las políticas económicas de aquel académico de la Universidad de Chicago que falleció hace algunos días, iniciaron un programa de privatización y liberalización del mercado chileno.
Hago notar, que he escrito sobre su dictadura y las políticas económicas que se realizaron durante su gobierno en párrafos anteriores. Algo que ha sido desastrosamente obviado por la izquierda latinoamericana que sabiamente junto las políticas económicas y la política.
Durante años desde la caída del régimen pinochetista en 1990, la izquierda latinoamericana utilizó inteligentemente como una bandera de protesta el gobierno dictatorial de Augusto Pinochet para elucubrar una historia sangrienta sobre los supuestos efectos del capitalismo. Ellos, los izquierdistas, acusaron al capitalismo y a aquellos que defendemos el libre comercio y el capitalismo de ser los artífices creadores de las miles de muertes y desaparecidos durante el sangriento régimen de Pinochet.
Augusto Pinochet no fue más que un déspota que creó una terrible opresión y supresión de opositores a su régimen con lo cual se mantuvo en el poder por más de 17 años. Gobernó desde el año 1973 como Jefe de la Junta Militar de Gobierno y fungió como Jefe Supremo de la Nación desde 1974 hasta el año 1990. Aunque en realidad, mantuvo su título de Comandante en Jefe del Ejército hasta el 10 de marzo de 1998.
Durante 25 años Augusto Pinochet fue una de las más influyentes y poderosas figuras políticas del país Andino. Durante muchos años, Chile vivió en la obscuridad de la opresión de uno de los más valiosos derechos del individuo que es la Libertad de Expresión.
Desde entonces, la izquierda fue sagaz y lo sigue siendo. Pues han logrado utilizar el caso de Chile bajo la dictadura pinochetista como aquella “manzana envenenada” para supuestamente demostrar que los aparentes éxitos económicos chilenos tuvieron como fuente de vida una atroz dictadura.
Pinochet y cualesquiera otros dictadores como lo fueron Jean-Bédel Bocaza en la República Central Africana, Ferdinand Marcos en Filipinas y Baby Doc Duvalier en Haití están unidos porque la muerte de muchos opositores llevaron su firma. Sin embargo, ninguno de ellos incluyendo a Augusto Pinochet eran amigos de libre mercado y del capitalismo.
Es un deber de todo aquel librepensador que defiende la libertad individual y los derechos del hombre enfatizar que las políticas económicas tomadas durante el gobierno de Pinochet y su tiránico gobierno son ambas grandes enemigas filosóficas. El libre mercado nunca vivió durante el régimen pinochetista, sino tan sólo fueron algunas reformas económicas de libre mercado. En ningún momento fue el libre mercado el artífice de su dictadura, ni la dictadura fue el artífice de las políticas de mercado de la economía chilena.
Augusto Pinochet ha muerto, como han muerto muchos más importantes asesinos y enemigos de la Libertad. Su nombre recordará una historia de censura y opresión en la historia Latinoamericana pero nunca deberá recordar las reformas de mercado que se realizaron en Chile.
La amenaza de la izquierda latinoamericana y los éxitos que estos han tenido para supuestamente comprobar la bestialidad del capitalismo deben parar con una lucha de las ideas que aún no ha sido ganada por la Academia del Libre Mercado.
Es nuestra labor diaria demostrar y exclamar que el gobierno de Pinochet fue el claro ejemplo del Homo Homini Lupus en acción. Pero nunca, nunca fue el ejemplo de las políticas económicas de Libre Mercado.
Digamos adiós y hasta nunca a un dictador férreo latinoamericano más. Digamos hola a la lucha que aún no hemos ganado por comprar a las masas que Pinochet y el Libre Mercado nunca fueron amigos.