Triunfo del NO, ¿Principio del fin de Chavez?

El presidente venezolano ha estado vendiendo las ideas de su proyecto Bolivariano en un estilo confrontacional que a veces resulta difícil de aceptar a la generalidad de la Opinión Publica interna de Venezuela y que no le ayuda en nada con sus propósitos. Cuando hablas, su retórica nacionalista enardecida y radical lo conduce por los caminos de la confrontación con cualquier sector o líder nacional que ose pronunciarse en contra de sus ideas. Nunca su discurso esta dirigido a la concertación, sino a la descalificación del contrario. Por esto ya en su país tiene en contra no solo la tradicional oposición organizada en partidos como Un Nuevo Tiempo, AD, etc, sino grupos religiosos como la iglesia Católica, grupos estudiantiles, antiguos aliados como el general Raúl Baduel, hasta dentro de la propia izquierda no se nota la cohesión necesaria, como lo evidencia la salida del movimiento Podemos de su coalición en el PSUV.

En Latinoamérica, en donde su discurso ha encontrado gran eco, en la actualidad existen muchas divergencias dentro de sus aliados naturales, en Chile, la presidente Bachelet le cuestionó por segunda vez en torno a sus pronunciamientos a favor de Bolivia en su diferendo con esa nación por el acceso al mar, además de que según ella, Chávez se comprometió a asumir una posición mas cónsona con los países latinoamericano que no producen petróleo en la recién pasada reunión de la OPEP, cosa esta que no hizo; con el presidente Alan García de Perú, es evidente la frialdad de las relaciones, por su apoyo a la oposición de Ollanta Humala; el presidente Lula de Brasil, parece que quiere guardar distancia del estilo chavista, el recién anunciado descubrimiento de importantes reservas de petróleo en su suelo favorece esta posición de independencia, ademas de que el Congreso de Brasil no ha querido ratificar el ingreso de Venezuela al Mercosur; la relación con el presidente Uribe de Colombia, que comenzó como una colaboración, ha terminado en la congelación y deterioro de las relaciones, según dijera el propio Chávez. Otros líderes latinos parecen mas interesados en sus ofertas de facilidades petroleras que en su proyecto político regional. Solo su amistad con Evo Morales, Daniel Ortega, Rafael Correa y el Dr. Castro, no parece haberse afectado.

En otro orden, el infortunado manejo del incidente de la Cumbre Iberoamericana con el rey, Don Juan Carlos, con el ya famoso ¿Por qué no te callas?, parece también haberle afectado su imagen de estadista a nivel de la Opinión Publica internacional. Su antiguo socio Zapatero de España le ha sido difícil normalizar las relaciones entre los dos países, a pesar de los intentos, por el genio imprevisible de Chávez que, al contrario ahora demanda una “disculpa pública del rey”, que no se va a producir. Nicolás Sarkozy, de Francia, a pesar de apoyarlo en sus gestiones a favor de la liberación de los rehenes de las FARC, le dio un poco cálido recibimiento en el Palacio del Elíseo.

Así podemos seguir haciendo un interminable listado de situaciones en donde el presidente Chávez asume posiciones pocos favorables a su condición de estadista. Cada día parece más atrapado en las lianas de su propia retórica poco reflexiva e imprevisible.

El deterioro de su imagen publica, junto a los problemas de consumo de bienes básicos que padece la población en su país, a pesar de sus planes sociales y del aceleramiento de la economía, parece estar llegando a afectar sus planes Reforma Constitucional para instaurar la reelección indefinida en Venezuela, donde los últimos sondeos de opinión parecen dar como favorable el NO, en la intención de voto popular de cara al referéndum del día 2 de diciembre, frente al SI, y esto parece preocuparle bastante al presidente Chávez, que busca la forma de revertir esta tendencia alimentando el nacionalismo de la población. De ahí en parte la táctica del mantenimiento del conflicto en el tiempo con el rey de España (a falta del rival ideal, el presidente Bush, que ha optado por callar ante sus gritos nacionalistas) y el tono de su disgusto con Uribe de Colombia, por quitarle la oportunidad de mejorar su imagen al través de sus gestiones a favor de los rehenes colombianos. Chavez necesita este escenario y lo usara hasta el día del referéndum, por lo que esto no terminara ahí. Todos son contratiempos no calculados, de cara al referéndum del día dos.

Otro elemento a tomar en cuenta es que se entiende a nivel general en Venezuela que la reforma constitucional propuesta es muy profunda y daría demasiado poder al presidente Chávez para profundizar la denominada revolución bolivariana y esto también alimenta el NO.

Ahora bien, ¿que implicaciones podría tener para Chávez perder el referéndum del día dos? Definitivamente son incalculables las consecuencias que se podrían derivar de un evento así, puesto que le afectaría tanto en el plano interno como en el externo, veamos:

Internamente, el triunfo del NO, tiraría por el suelo su condición de candidato ganador y esto puede ser funesto para sus intenciones continuistas si tomamos en cuenta que, aunque el presidente ganó los últimos comicios presidenciales con un 60% de los votos, no es menos cierto que su contrincante, Manuel Rosales, era un desconocido que con una oposición dividida, apenas pudo hacer campaña por tres meses, con todo y eso obtuvo un 40% de los votos en las elecciones de diciembre del 2006, por lo que en un próximo torneo su situación podría mejorar de cara al electorado. En el plano exterior, el triunfo del NO, reduce su avasallante posición de candidato democrático, legitimado por los triunfos que ha obtenido en cada torneo electoral en que ha concurrido; que fue una de las banderas que uso contra el rey español en el ya citado conflicto de la Cumbre Iberoamericana. Es evidente que el triunfo del NO en el referéndum podría ser un llamado a la moderación del presidente Chávez.

Ahora bien, gane o pierda debería moderarse y propiciar la participación de sus contrarios.

Personalmente entiendo que una posición mas moderada le haría bien a Chávez como político y como persona de cara al futuro y le daría un segundo aire a su proyecto, pero si no cambia y continua su estilo confrontacional, entonces el triunfo del NO en el referéndum podría representar el inicio del fin de su ascenso político.

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